Dejar huellas en cualquier orilla es un asunto de aves marinas, la certeza del camino borrado es una libertad regalada a los caminantes del barro y la sal. Si la duda está cerca, me tomo el tiempo perdido para no estar sobrio de principios y así, cada tanto, suponer que el lugar presente es la escenografía correcta para los protagonistas del siguiente paso.
-A la derecha de su siguiente error voluntario estará su destino.-
Me he perdido en señales y nadie viene.