Miro, das vuelta y sonríes. Si tu risa se ha escrito aquí ¿Por qué dicen que tú no estás? Tanto te extraño que he vuelto a inventarte en cualquier lugar, cuando intento alcanzarte como vienes te vas. Persiguiendo tu presencia voy poniéndole tu nombre al sueño más bonito que he querido hacer verdad. Transeúnte de lo ajeno, de tu voz tengo el derecho y quiero escuchar cuando digas que de mi nunca te irás.
Mi brujita linda ¿Donde estás? Si me das una vida la iré a buscar.
En mi nave cabe tu olor y yo, todos mis rincones y algún dolor. Tu silueta etérea espera, un recuerdo difuso la puso allí. Tu pelo castaño enredando el sol, te vas despidiendo en cada color. ¿Como hago pa’ alcanzarte?… Tu holograma triste también se va.