La nana del caracol suicida

Así fue como despertaste sin casa, lo único que llevabas era prisa, tentáculos de otros vicios y una huella ambigua que no dejaba saber si te fuiste o te quedaste. Alguien te esperó todo lo que debía, nuestro derecho es llegar tarde, nuestras leyes hablan de quien vive lejos de nosotros, se clausura el futuro por falta de palabras favoritas, que nadie entre acá ¿que es una casa? Yo llevo armazones y espirales, yo llevo ganas de no estar, yo llevo la vida en una mochila de nácar oscurecido, no puedo correr hacia donde todo acaba, el viento saca un par de notas de mis paredes, el viento me enseña a cantar todo lo que muero, yo llevo una mochila de estructuras, es mi casa un silbido, una voz, una guitarra, una canción de cuna que me deja quieto ¿es el precipicio un medio o es el fin? Yo iba regalando las ruinas de los tuyos, las llevaba en el cuello, las llevaba ella en los bolsillos, una tarde igual a alguna, pensando en finales. Andar corriendo no es cosa de caracoles, morirse siempre no es cosa del mar.

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